El mundo de la perfumería vive momentos llenos de plenitud, a veces convulsos, polémicos, pero siempre potentes. El habituál consumo de fragancias se une a la enorme proyección que desde las denominadas redes sociales se hace de dichos productos.
Reseñadores los hay a patadas, unos más convincentes, otros menos, aunque la mayoría de ellos tenga esa bíblia cibernética llamada "Fragántica", lugar donde acuden para acaparar notas y composiciones. En realidad, realizar una cata de perfumes a ciegas no sería fácil y en España probablemente dos o tres individuos podrían tener esa rara habilidad de acertar en dichas formulaciones.
Quizás, la parte más desconocida de este negocio sean las casas-laboratorios que proporcionan los materiales a artesanos y perfumístas. Varias de estas empresas se hallan en Barcelona. Olfatorium es una de ellas, y después de haber cotejado sus productos podemos decir que su calidad-precio es bastante notable. Desde aceites esenciales, moléculas sintéticas, absolutos, tinturas; además de enseres y herramientas de laboratorio, Olfatorium ofrece un servicio rápido con una esmerada preparación y embalaje de los productos. Se percibe una enorme profesionalidad que hace confiar plenamente al cliente.
Realmente ha sido todo un fantástico hallazgo el conocer y sentir la calidad de sus productos, así como su excelente trato.



