Los abanicos no cesaron de agitarse en toda la noche, bajo los vetustos artesonados de la sala regia del Casino murciano. El calor casi "sahariano" se hizo notar en el espacio versallesco del real lugar; no sabemos el por qué no se abrieron los grandes balcones que asoman a Traperia. La inauguración de la exposición de acuarelas por parte de Zacarías Cerezo había concitado mucha espectación en el público.
Zacarias, al modo de un predicador, explicando a las damas sus sensaciones como autor. |
Cierto es, que visualizar la obra de un pintor contrastado, que rezume oficio, personalidad y que al final subyugue al espectador no resulta sencillo ni fácil. Pero, Cerezo lleva una larga vida de arte a sus espaldas, bien como ilustrador y pintor, siendo fiél a una técnica que él domina como pocos: la acuarela seca.
La atmósfera del evento tuvo enorme calidez |
La organización del evento tuvo el gusto de ofrecer aquello que en otros tiempos denominaban como, "vernisage", o "vino español", pero que esta vez consistió en "un vinito frissante",- como diría el camarero argentino de Fist Dates. Mientras brindábamos con nuestros acompañantes, podíamos imaginar a un hipotético pianista tocando un nocturno de Chopin en el piano de cola que presidía la sala.
Allí estuvo, el fotógrafo de ínfulas internacionales, Jesús Carbonell. Junto a él, nuestra amiga y sanadora espirituál Olga Bernal. |
El artista estuvo acompañado por su adorable compañera Nicole, irradiante de luz; aparte de las numerosas damas que deseaban cruzar algunas palabras con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario