sábado, 16 de marzo de 2019

JUAN BAUTISTA JUNTO AL ÚLTIMO SERENO DE MADRID

Juan Bautista, junto al último sereno madrileño ante la mirada de su nieto.

   La mañana andaba revestida de un gris platino, que nos hacía evocar los inviernos de París, mientras caminábamos por la Gran Vía madrileña. Los termómetros de Callao marcaban menos tres grados a las once de la mañana, pero el ambiente cosmopolita no se rompía por el frío reinante. Teníamos que abrirnos paso casi a codazos por las proximidades de Sol, como si aterrizáramos en una playa de Benidorm en pleno agosto.
Tanto Bautista como Juanjo Muñoz precisaban ir a un comercio de fotografía en la calle Bolsa, entre Tirso de Molina y Sol. Debían de solventar un pequeño problema para poder enviar las fotografías de la noche anterior en el hotel "Wellington", con motivo de la entrega de premios por parte de la Fondazione Constanza.
 
Bautista y Juanjo Muñoz  junto al emblemático local.

    El pequeño y antiguo local se llama "Pibe" y lo recomiendo a todo aquél amante de la fotografía, ya sea amateur o profesional. Nos atendieron de "fábula" y el extenso reportaje con varios kilos de glamour pudo llegar a su destino. Juanjo no paró en toda la noche de accionar sus flashes, a la vez que Bautista posaba como un emperador del Caúcaso  entre la grey artística que asistió a la cena. Pensé que Bautista acabaría exhausto después de todo aquello,  pero aún tuvo arrestos para dejarse caer por el local de copas regentado por el televisivo chef Chicote, y marcarse unos bailecitos con la incombustible Alaska, ante la vampírica mirada de Matamoros.

Así de florida estaba la fantástica plaza de Tirso de Molina.
     Ya metidos en plena plaza de Tirso de Molina, les propuse tomar unos vinos en el mesón de mayor antigüedad de Madrid, que es la denominada "Taberna de Antonio Sánchez", en la calle Mesón de Paredes. Tanto a Juanjo, como a Bautista les entusiasmó la sugerencia. Yendo hacía la vetusta taberna de los "tres siglos" nos encontramos con la insólita escena de un simpático anciano que posaba para la filmación de una televisión nacional. Aquello nos alertó, sacamos las cámaras y comenzamos a tomar imágenes especialmente del carismático personaje que sonreía ante la cámara y los profesionales. 
 
Escena de la filmación.

   Juan Bautista comenzó a charlar con uno de los curiosos alrededor de la escena, y resultó ser nieto del enternecedor anciano, que a la sazón era el último sereno todavía vivo en Madrid. Y  nuestro "maestro de ceremonias"  se sintió gratamente interesado por la temática; días después se intercambiaron mensajes y probablemente adjudiquen a Bautista, el encargo de una escultura homenaje a los serenos madrileños.
 
Esta vez,  delante de la ilustre y tri centenaria fachada.

    Por fin, llegamos a la famosa taberna; -que se encontraba a unos escasos metros de la grabación- y de inmediato agradecimos la cálida temperatura del local, en claro contraste del frío que asolaba Madrid en esa mañana de sábado.
     El torero "Cara-Ancha" fue uno de sus propietarios y el también torero Antonio Sánchez sería uno de los últimos y quien legara su nombre a la taberna. En otros tiempos fue un establecimiento donde se celebraban las mejores tertulias entre artistas, intelectuales y gentes del toro. Tres siglos contemplan sus paredes forradas en madera y alguna que otra cabeza de toro contempla a los clientes desde las alturas. Retratos de toreros con patillas de hacha complementan la decoración.
 
Uno de los rincones del fascinante lugar.

    Como uno ya conoce esos entresijos históricos, les fui comentando las peculiaridades del local y algunas pinceladas de su más que longeva vida. Tomamos unos vermuts acompañados de tapas variadas. 
Juan Bautista posando junto al rey de la virilidad.

        L´ amour des amours, es decir Amélie que es antropóloga, me hablaba hace unos meses en esta misma taberna del potencial energético de los toros, de su singular carga genésica. "En una plaza de toros, ni mil hombres que hayan, poseen la gigantesca virilidad que dimana el toro; todo queda empequeñecido ante ese volcán de masculinidad que es el toro, por eso los toreros encarnan y representan la esencia femenina en esa lucha"; -así expresaba Amélie su tesis, mientras tomábamos unas copas con manzanilla de Jerez.
     A través de sus pupilas de azul mediterráneo, Amélie me hizo viajar a su particular cosmos y como si fuéramos a lomos de un caballo, me propuso recorrer la historia española; precisamente ella, que es de origen francés  y enfatizaba los hermosos encantos de esta tierra tan poco valorada a veces.
 
Posando junto a la divine Amélie.

   Y más lejos aun, Amélie me hizo la sugerencia de posar debajo de la cabeza del toro de la alternativa de Antonio Sánchez. Me aseguró que estar cerca de un toro, aunque éste ya no tenga vida, refrendaba esa suerte de sortilegio fetichista y que podría influir como un potenciador de virilidad. Así que, a mi amigo Bautista le invité a hacerle unas fotos debajo de tan portentosa cabeza. Pero no le conté la tesis de Amélie; espero que la influencia de casta brava repercutiera sobre él, como una bendición de los dioses solares.

      "Desde luego, parece que estamos como en la época de Joselito y Belmonte. El país sigue dividido en dos, cómo si fuera el "Titanic", encallado y partido por la mitad; media España odia a la otra y así como de costumbre. Se pierde mucha energía con esas cosas". Amélie fantasea continuamente con el "Siglo de Oro" español, se emociona al escuchar la "Marsellesa" o "Suspiros de España" y le fascina el olor del tabaco puro en las plazas de toros; -dice que es de lo más erótico, mientras paladea los lances de capote de Morante de la Puebla.


   Para ella, España sigue siendo un lugar secular, divertido, único por su carácter, tradiciones e historia. "Aunque en Japón hayan más aficionados al flamenco que en toda Andalucía".  Al respecto de las nuevas generaciones, no daría por ellos ni un céntimo de euro: "me dan pena, provienen de la era del plástico y además no hay diferencias entre un holandés, un americano o un español; como si salieran de un mismo patrón, -¿tu crees que pueden valorar este entorno de maderas nobles y el poso que los siglos han dejado aquí?; ¡si ni tan siquiera saben de donde proceden el pollo y los huevos que comen, creen que son productos de laboratorios! "Muchos de ellos, además viven bajo las represiones psicológicas que les imponen las sectas políticas; muchas de estas mujeres prefieren refugiarse en artefactos de plástico de sex-shops antes que tener relaciones con hombres; porque les adoctrinaron para odiarlos, es como si les hubieran colocado un burka psicológico".   "Y no me extraña; el programa de televisión más visto es ese putrefacto reality, en una perversa casa atiborrada de micrófonos y cámaras, con potentes luces de quirófano, donde una panda de vagos  lloran más que en un tanatorio". "¡Claro, les hacen autopsias en vivo, les sacan hasta el último aliento de sus almas!.."  Dicho programa está inspirado en la novela de Orwell, 1984, donde se vislumbra un estado totalitario y el control absoluto de los individuos bajo la égida comunista. Controlarán el chocolate que comas, los orgasmos que puedas tener, todo, absolutamente todo será diseccionado por ese gran ojo que lo ve todo...

Juanjo y Bautista, disfrutando de la gélida mañana madrileña.

  Amélie habla en tono distendido, sin intención de anatemizar nada, con un ligero toque de fina ironía. Y siempre, sazonando de humor sus comentarios filosóficos: "España lleva más de una década sin gobierno, los que llegan a esa labor apenas demuestran talento para conducir este país maravilloso; el anterior hacía de "don Tancredo" y el que hay ahora basa todo su caudal intelectualoíde en sacar un cadáver para llevarlo a otro sitio". ¡ Si Aristófanes levantara la cabeza lo convertiría en su mejor referente satírico, no tendría desperdicio!...¡Con esa mirada al vacío que le caracteriza!... 

      Te cae mal el primer ministro?  "-No, en absoluto, me parece hasta divertido, si no fuera porque sus caprichosas decisiones afectan a todo un país;  por ser de origen judío cree en la resurreción de los muertos, y tál vez por ello ha resucitado la memoria de Franco, que andaba perdida en la bruma del tiempo"...
 

"¡Ah; visto por detrás, cuando camina me parece uno de esos toreros retirados, repletos de garbo y chulería!". -¿Te refieres también al primer ministro?
 
Juan Bautista y Juanjo Muñoz, en lo que sería el "inicio de fiesta".

        "  Algo así, ese personaje me recuerda al emperador Cayo Calígula, por su estatura, su fina estampa, y también por la enfermiza obsesión de aferrarse al poder a costa de lo que sea. ¡Dos caudillos con más altura que la Giralda!... Pero te diré que no me suelo tomar en serio casi nada. Como ves, me suelo reír bastante; la vida es un inmenso vodevil, ni siquiera teatro serio, y los políticos parecen haber desembarcado procedentes de otro planeta. El día que encuentre a alguien que haya leído por entero el Apocalipsis y haya sacado alguna consecuencia; -que sería como intentar comprender un cuadro de Tàpies- entonces me lo tomaré en serio...Te digo eso, porque nadie logra pasar de las primeras veinte páginas."
         Apocalipsis, rabo de toro al vino tinto, jamón ibérico sobre tomate triturado, y la contagiosa risa de una mujer que lleva la alegría por bandera,  deliciosa y sabia Amélie, portento de una aquilatada cultura envuelta en un cuerpo de aromas seductores...  Encontrar una mujer de semejante perfil es como si te toca una primitiva con bote incluido. Gracias Amélie por desgranar tu fascinante filosofía a la espera que resuenen las archi-anunciadas trompetas del Apocalipsis con unas copas de fino en las manos...

                                            
      Texto y fotos de Giovanni R.Tortosa

 

2 comentarios:

  1. Giovanni,sublime,te superas,¡¡chapeau!!!vaya derroche de datos,de fantasía,de ilusión, qué despliegue de vocabulario,de mezcla,tus manos meticulosas y el boli,más nervioso que tú....madre mía,lo que daría yo....siempre en mi corazón 😍😍

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  2. Eternamente agradecido por tus comentarios. En realidad, uno apenas aporta la transcripción de los acontecimientos, y el verdadero mérito está en aquellos personajes como Bautista o Amélie, que irradian tanta luminosidad y atracción; ellos son los ejes donde pivota el relato.¡Es el mayor lujo para uno, saber que están ahí, con su talento, sabiduría y elegancia!...Ti voglio

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