Cuando publicamos un artículo sobre los mejores pasos de la semana santa ciezana, siempre bajo nuestro particular juicio, recibimos unas llamadas de atención por parte de varios artistas de la escultura. Nos leyeron la cartilla, eso sí de forma amigable y cordial. Para ellos era injusto que hubiéramos colocado en la puestos más altos un par de pasos que por su composición creíamos merecedores de ello.
El bloque escultórico de Capuz sigue siendo un paradigma de genialidad en la semana santa ciezana, no superado por nadie, ya sea con o sin pantógrafo. |
Según sus criterios, estos "pasos" habían sido creados por sus autores ayudados por un artefacto llamado "pantógrafo". Sabíamos de su existencia, pero ingenuamente creíamos que dicha herramienta servía únicamente para devastar el bloque de madera de la eventuál escultura. Nada más que eso. Pero, estos escultores me confesaron que la labor del pantógrafo no sólo se quedaba ahí, podía seguir elaborando la obra hasta su acabado final; con ello los artistas se ahorraban buena parte de trabajo y tiempo.
El pantógrafo se compone de un núcleo mecánico motorizado y dos brazos: uno palpa y lee la maqueta o boceto y el otro labra a modo de gubia sobre la propia madera. De esa manera el autor sólo ha de conformar una maqueta en tamaño pequeño-medio, luego el pantógrafo será ajustado para ampliar al tamaño deseado y generar la escultura. Y que no solamente se hacía con las imagenes, también con la elaboración de tronos.
En el margen izquierdo tenemos la réplica, y en la derecha el original. |
Ni qué decir, el razonamiento de ellos me dejó helado. De repente pensé en Las Meninas, imaginando que aquél enorme lienzo fuera pintado no por las diestras manos de Velázquez sino por una máquina como el pantógrafo de marras. El escozor de la herida nos llevó a investigar dicha cuestión, y los caminos infinitos del Señor nos condujeron hasta varios talleres en Arganda del Rey (Madrid), donde el taller Dorrego viene a ser el buque insignia. Allí acuden muchos de los imagineros actuales. Estos talleres suele ganar el cincuenta por ciento del precio bruto de cada obra. También ocurre que algunos imagineros poseen pantógrafo propio.
En un polígono industrial sevillano también florece una especie de factoria al estilo coreano con todo tipo de enseres semanasanteros, trabajos de pantógrafo, tronos, estandartes, etc. Incluso hacen el empastado y la policromia o pintura final de cualquier talla. Entonces, ¿qué trabajo elabora un escultor de imágenes sacras? A decir de estos artistas con los que hablé, apenas ejecutan una maqueta o boceto y el resto se encargará el pantógrafo. Luego, hay unos a quienes les gusta perfilar y rematar las tallas a mano y después policromarlas ellos mismos. Hay un poco de todo.
El sevillano Álvarez Duarte en plena faena. |
Después de conocer estos entresijos técnicos meditamos mucho más que un ecologísta sobre la parafernalia gubernativa del "cambio climático". Y nos preguntamos, cómo afectaría esto del pantógrafo en el público generalísta, el que asiste y ve los desfiles pasionarios sin más, con limpieza y exentos de ideas sobre tecnicísmos artísticos.
Creemos que a ese público mayoritario le importa un comino todo esto, que a ellos sólo les mueve la belleza y probable transmisión sacra de las imágenes; que si alguien les habla de un pantógrafo sería como hablarles en chino, libanés o intentar discernir el mensaje de un cuadro de Miró.
Un dilema, una cuestión, esa es la incógnita que nos quedó después de hablar con estos artistas; una circunstancia que nos dió para muchas cavilaciones. Para ellos, el mérito artístico bajaba con la ayuda del pantógrafo. Sí sabemos que en el mundillo de la imagineria hablar de esto es tabú, y que muy pocos se atreven a opinar, de los imagineros solo hemos escuchado a Francisco Romero Zafra decir lo siguiente: "ahora, el sacado de puntos lo hacemos por medios tecnológicos", -creemos que se refiere al uso del pantógrafo, aunque él no lo menciona. Ahora bien, ¿hasta que extremo llega el uso de dicho medio en sus obras? No lo sabemos, y hemos de ser cautelosos, ya que posiblemente cada autor tiene unas exigencias o límites. Su paisano y amigo Antonio Bernal también se expresaba de forma parecida. Luego encontramos una referencia sobre dicho asunto en un vídeo dedicado a Luis Álvarez Duarte, donde Lola Carrera, archivera de las cofradías de Málaga se expresa de este modo: "Yo diría que las imágenes de Luis Álvarez Duarte tienen casta, tienen fuerza porque son imágenes que no están tratadas mecánicamente, sólo a fuerza de gubia".
Y referente a la imaginería ciezana, los artistas nos dijeron lo siguiente: "desde finales de los años ochenta, todo lo que ha entrado en Cieza, a excepción de uno, viene de máquina"; "el último "paso" elaborado con técnica tradicional de sacado de puntos y tallado total a mano fue Unción en Betania de Carmen Carrillo". A mi pregunta de cuál era la misteriosa pieza que no había pasado por la famosa máquina, puntualizaron lo siguiente: "el crucificado de Álvarez Duarte está tallado a mano tanto cuerpo como brazos, sin embargo la cabeza probablemente esté sacada de máquina".
"Unción en Betania" de Carmen Carrillo Ortega. |
Dicho esto, esbozamos unos guiños, ya que recordamos cuando esta imagen aterrizó en Cieza y tuvo algunos comentarios acerca de la ligera desproporción anatómica existente entre cabeza y resto del cuerpo. Cierto es, que dicha escultura recibió muchas alabanzas y piropos, pero los más exigentes catadores se dejaron caer esas ocurrencias, por lo cuál todo coincide con la probable factura maquinal de la cabeza.
Crucificado de Luis Álvarez Duarte. |
La temática en cuestión solamente afecta a cuatro gatos: fanáticos semanasanteros o escrupulosos amantes del arte escultórico. Al final de nuestra particular investigación apareció la artista gaditana Ana Rey, autora polémica por sus obras de corte hiper-realista. Ana, que no se corta un pelo cuando habla de su profesión de imaginera, explica sin reparos su forma de ejecución, basando especialmente en tecnologías como el 3D.
Ana Rey. |
Honestamente, no creemos que la temática concerniente a la repercusión del pantógrafo tenga mucho recorrido y que ponga en vilo al personal. Pero, y gracias a esta pequeña investigación hemos ampliado nuestro campo de visión en referencia a la imagineria religiosa. En los últimos tiempos han surgido imagineros como setas, y en un mayor porcentaje elaboran obras basadas en el ya manoseado barroco andaluz; en realidad todo se parece, son como una repetición de los temas que ya hicieron los antiguos maestros. Por otro lado, las cofradias quieren una mayor carga de idealización y preciosísmo, por ejemplo, desean que las "vírgenes" sean más jóvenes, aunque parezcan ser las hijas de Jesús más que sus madres. Los imagineros se quejan, pero quien paga exige y por tanto no hay vuelta atrás.
Y como último nos queda la supuesta transmisión religiosa de muchas de estas obras; eso que en Andalucía llaman "unción", o mísmamente "rezables".
Fotografías, gentileza de CiezaenlaRed y Youtube.